Me llama una amiga para comentarme que en un reciente viaje por Alemania tuvieron problemas para pagar con tarjetas de crédito de bancos españoles. "Solo nos aceptaban tarjetas de bancos alemanes. Éramos un grupo numeroso y nos resultaba muy molesto reunir efectivo para pagar cada cena, cada hotel".
He consultado con el corresponsal de este periódico en Alemania y con amigas que viven allí y la conclusión es que no es que no les aceptaran las tarjetas españolas, es que no aceptaban tarjetas de crédito en general; solo las de débito, como la Maestro, muy extendida por países centroeuropeos como Alemania, Austria u Holanda.
Muchos de vosotros lo habéis confirmado cuando consulté por Facebook y Twitter: problemas de Erasmus para pagar en los supermercados de Holanda (solo cash o tarjeta de débito holandesa), problemas en Italia para pagar servicios a través de internet (solo débito italianas), problemas en los transportes públicos de Francia y Bélgica (solo tarjetas nacionales), etc.
Algo a tener muy en cuenta si viajas por estas zonas: las tarjetas de débito son cada vez de uso más común y las normales de nuestro cajero automático NO SIRVEN fuera de España; solo pueden usarse en el extranjero tarjetas de débito autorizadas, del tipo VISA Electrón (excepto en Canada, Australia, EEUU e Iralnda, según dice wikipedia).
El asunto me ha llevado a recordar una máxima que sigo a rajatabla y que siempre recomiendo desde una vez que estuve a punto de quedarme colgado en Sao Paulo sin un euro en efectivo y con la VISA bloqueada:
NUNCA VIAJES CON UNA SOLA TARJETA DE CRÉDITO
La mejor manera de pagar en el extranjero sigue siendo con tarjeta (ya sea de crédito o débito): el tipo de cambio es el oficial interbancario de ese momento y no te cobran comisión. Pero siempre llevo al menos dos, una de crédito y otra de débito de dos sistemas distintos (en mi caso, una VISA normal y otra Electrón más una American Express); sobre todo en viajes largos y a otros continentes.
Y lo aconsejo porque te puede pasar de todo: que la pierdas, que te la roben, que te estropeen la banda magnética al pasarla por una máquina (algo más que habitual), que el único cajero automático en cien kilómetros a la redonda no de dinero en efectivo a la modalidad de tarjeta que tu usas (me pasó hace poco en una isla de Bahamas), que se bloquee por una operación errónea o sospechosa, o que la kartoffelsalat de Alemania solo la puedas pagar con tarjeta de débito, como le pasó a mi amiga ...
Si viajas confiandolo todo en tu tarjeta y te falla...¡Houston, tienes un problema! Parece de perogrullo, pero estoy harto de ver viajeros con problemas porque su única tarjeta de crédito está OFF.
Ademas conviene tener en cuenta que no en todos los países está igual de extendido el uso de tarjetas de crédito, y no hablo precisamente de los subdesarrollados. En algunos de los menos sospechosos de estar atrasados, como es el caso mencionado de Alemania o Austria, abundan los establecimientos donde no se puede pagar con tarjeta (incluidos los McDonald's, al menos es mi experiencia).
En cambio, en los países nórdicos se paga con tarjeta de crédito hasta los chicles del kiosco. En EEUU si no tienes una tarjeta de crédito no existes. Para tomar copas en un local o para echar gasolina te la retienen, la dejas en prenda y cuando has terminado de consumir, te hacen el cargo y te la devuelve.
El colmo de la originalidad (comparado con España) es Chile, donde la gente sale a tomar copas con la chequera. Todo se puede pagar (o al menos se podía hasta hace muy poco) con cheques, incluso las pequeñas cantidades porque la ley es muy estricta (no como en España) y si das un cheque sin fondos te cae el peso de la ley ipso-facto.
Fonte: El País
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